Enseñanza...

Hace pocas horas, alguien importante hizo que hoy quisiera escribir sobre esas enseñanzas que nos deja la vida. Una noche silenciosa y una larga conversación hacen surgir estas líneas temerosas al trazarse, pero satisfechas al ser inspiradas por uno y tantos sentimientos, recuerdos y anhelos.....por una enseñanza de la vida.

Se dejaba decir que era un buen día para empezar, quizás sí quizás no; que más dá si para ganar o perder se tenía que arriesgar. 
Bastaba con decirse que Dios estaba ahí y yo sentada a solas con él. Inexplicable el momento se dejaban ver cristales en la mirada, temblaban las manos y se engrandecía el corazón al yo pedir que me complaciera.

Fueron grandes los momentos, tristes los pasos, enormes  las puertas y valida la espera, fue tan lento pero tan rapido que el tiempo no se detuvo a esperarme. El tiempo, cruel amigo que da golpes muy bajos y tan victoriosos a su vez.

Existe la satisfacción al recorrer un camino y comenzar otro, de saber que hay personas y circunstancias en tu vida irremplazables, que quedaron impregnadas en tu cajita de memoria, de donde nunca saldrán. Y debes saber mi alguién importante, que mi vida corre como las agujas de un reloj y en cada tic tac de esta, tu te aferras a  mi corazón, sin importar el futuro y aún mi incierto presente.

Que la vida me enseña a abrir esas puertas, a dar esos pasos y a valorar tanto la espera para premiarme con la grandeza de encontrarme en su transcurso con personas como tú. Dios me complació.