27 mar 2012

Justo bajo el sol

"Nadie deja de sufrir las consecuencia de cada cosa que sucede bajo el sol" Coelho.

Pero me agarra el puto miedo de no saber si escribo por mi, para mi, para usted o por usted. En eso se me enfría la comida y se me atora un te amo en la garganta. Me miro en el espejo, y es que lo ojos están pesados y luchan contra un mar de agua.

Es curioso porque no quiero hablar. A pesar de que hablo como si hubiera nacido con la palabra en la boca.  Pero hoy no quiero hablar. Y es que los labios están pesados y luchan contra un mar de gritos...Y la comida todavía fría.

Bajo el sol suceden infinidades de cosas, se sufren infinidades de cosas y se lucha contra un saco de cosas. Es justo bajo el sol donde mis ojos se pierden con el reflejo de los míos en los tuyos. Entonces no sé, si son mis ojos o son los suyos.

Luego una guerra de palabras hirientes, que no se piensan cuando se dicen, se le clavan a uno como si el corazón fuera una espumita de esas que usan las costureras para poner sus alfileres. Irremediablemente el corazón está pesado y lucha contra la espesura de esta triste escena.

Justo bajo el sol -y tal vez a escondidas- el corazón se arruga, los ojos lloran y los labios gritan. Pero, llega la noche con su vestido roto. Y  la comida todavía fría.