13 abr 2011

....Pero ya hace tanto tiempo

Y sí le negué, una y tantas veces le negué. Pero ya hace tanto tiempo no se habla de nosotros. Más no olvides amor mío, mirar mis pupilas y el temblar de mis huesos con ese acercar.

No olvide usted, que una y tantas, tantísimas veces, sobre la mesa el alma escrita le dejé. Aún cuando nos quedaron muchas cosas por hacer, el alma yo a usted se la entregué.

Y sí, le negué, una y tantas veces, de palabra le negué. Pero hace tanto tiempo no se habla de nosotros. Más no olvide usted, que se me volvió obligatorio contar con su incierta presencia, mientras su oxigeno quemaba mis pulmones.

Pero es la vida tan imperfecta. Aunque tantas, tantísimas veces me empeñé, en medio de tanto lodo, por hacerla perfecta. Y así amanecía, atardecía y anochecía, y generosamente mis pasos iban tan cerca a los suyos.

Huellas quedaban para marcar futuros que se mal interpretaban. Despedidas golpeaban las paredes y era todo tan incierto, el tiempo, ahora el presente mismo y hasta el reencuentro.

Y sí, le negué, una y tantas veces le negué. Pero ya hace tanto tiempo no se habla de nosotros. Y no es casualidad que nos escuchemos llorar con mucha más frecuencia.