8 abr 2013

Principios deteñidos

"Era siempre prisionera de una cárcel de cristal" Estopa

No era el corazón lo que dolía era el hígado o algún otro sentido pero menos el corazón.

De todo aquel diluvio de confrontaciones y batallas amorosas, alguno de los dos resultó victorioso. Banderas blancas para el amor.

En el otro bando, sobre aquellos ojos la guerra fría no bajaba guardia. Era o acostumbrarse al episodio o darse por perdido.

Dos mundos paralelos irrefutablemente tan desconocidos. Nuevos y sin garantías, sin nada más que hacer.

Guerras de cristal, no hacían falta amenazas, el objetivo del uno con el otro estaba claro. Abarrotar las memorias de olvido era lo más sensato. No propiciar más encuentros entre ese amor desteñido.

Hemos cambiado, hemos escarbado en las las entrañas. Y en algún rinconcito, sin embargo, somos los mismos de siempre, sólo que mejores, y a veces peores.