26 sept 2011

...Poeta de lo absurdo

Ayer llovió con tantas ganas, y es que suele suceder que la lluvia opaca el momento y uno piensa y piensa, y ¡sí! a raíz de eso estoy aquí sentado escribiendo con la actitud más absurda de todas. Mientras me convierto en el poeta de lo absurdo para muchos.

No obstante, lo que para mi parece absurdo tal vez para ustedes no lo sea, o viceversa. Sin embargo, tanta soledad junta hace que uno quiera escribir a yo no sé que putas, ni para que putas, eso sí todo con tal de no atorarse las ganas en la garganta.

Eso es todo lo  que pasa cuando se cambia al consejero por un teclado. Y resulta que uno se deja perder en esto del escribir, sea para lo que sea que se escriba.

Y así comienza la historia, absurdamente hasta hablando solo termino yo, no sé si a usted le pasa lo mismo, porque sino hacemos un club de fans al poeta de lo absurdo, como dijo un amigo por ahí que se equivocó de escrito, pero irónicamente seguro y  lo leyó hasta llegar al punto y final.

Ahora me estoy riendo, ese párrafo anterior me sonó tan absurdo; el amigo me dio la idea del tema, gracias de antemano.

Prosigo; no puedo dejar de mencionarles que llovió de nuevo, que aunque quise esperar a que los fantasmas que se acercan con la lluvia se fueran, parece que no les da la gana irse. Igual ya me acostumbré a que respiren cerca de mi.

Pero aún así sigo solo, aún cuando hay mucha gente a mi alrededor, siempre estoy solo. Dirán ustedes que absurdo suena eso, pero no hace falta estar sin compañía para sentirse solo, hasta haciendo el amor me he sentido solo.

La magnitud de la soledad a veces es sorprendente, aunque no me parece mala del todo. Hay una gran conexión ahí entre ella y yo.

"Si de lo absurdo me rio, debo cuidarme que con ello no me estén matado" Quino.

5 sept 2011

...En la ciudad del tal vez


Como todas las tardes cuando suelo escribir, la habitación se intoxica de ausencia y vacío, tal vez ausencia de ti y vacío de mi.

Últimamente con más dosis de ausencia que de vacío, supongo, pero yo me las arreglo solo mientras me asomo por la ventana esperando ver tu frágil silueta, reflejada alguna tarde en mis despistadas pupilas.

Yo sé que somos opcionales, que además somos incomprensibles uno del otro y que nos amamos y nos odiamos al mismo tiempo, esperando que un tal vez nos salve la vida en esa ciudad.

Entre tanto, alquilamos el paraíso en cada sueño hambriento que se nos escapa celosamente por los pies de la cama. Sin embargo, el éxtasis se disimula en el silencio de mi garganta y la suya que suelen reprimirse con más frecuencia.

Pero no tenga miedo a que a sus puertas venga un diecinueve y le salve la vida; que no lo voy a resistir, tal vez si, tal vez no. 

En cuanto no me desespere porque a mi nadie me salve la vida, en la ciudad del tal vez se vive mejor o se muere mejor.

4 sept 2011

...Con los mismos pies


Despego mis pies de tus tierras y me voy con el mismo encanto de siempre, sin darme cuenta de lo ilegal del momento.

Después de eso, y hasta el final de los tiempos, se burla entonces de nosotros el canalla destino. Al parecer somos sus títeres predilectos pisando el mismo infierno con los mismos pies.

Aún así no retrasamos la salida, continuamos con las nefastas despedidas y las maletas semi-abiertas, como burlando el momento siempre a punto de rompernos.

Ahora somos como dos anónimos probando desde las entrañas el exquisito paladar amargo de las resignaciones. Ahora estamos con los mismos pies y en el mismo abismo, yo no se que es lo que nos mantiene vivos.

El bar de la esquina mientras parece acogedor, sin embargo,  no estás vos al otro lado de la barra. Y así se suman kilómetros a esta historia y yo le sumo tinta a mi pluma. 

Puede ser que le ganemos el pulso al dolor y lo malo sea sólo de hoy; que reencarnemos en algo más y la lógica de esta historia cambie aunque sigamos con los mismos pies.