"Yo acá escribiendote y vos allá borrandote"...
Yo sinceramente quisiera no tener tantas ganas de escribirle. Pero la sensación es ingrata; o le escribo o me ahogo con usted.
Y es que cada vez que me siento así me pongo aquel par de zapatos. Como para recordarle y no olvidarle. Una especie de honra.
Camino. Usted va y está donde yo esté, estamos sin estar; y yo con aquellos zapatos, -los favoritos-.
Nada me parece ya sensato cuando suelto las ganas de escribirle, de pensarle y para ser sincero de amarle cada tinta y cada cicatriz grabada en su piel.
La imperfección del nosotros encaja tanto en las palmas de mis manos y se adhiere a las paredes del corazón. Que negarle sería pecado.
Y me veo los zapatos, y usted está, y yo camino con usted aunque usted no lo sepa, aunque no lo vea con esos ojos. Que de sobra está decirle que aquellos zapatos y esos ojos: -los favoritos-...
No hay comentarios:
Publicar un comentario