23 jun 2013

Asi es como empieza

Aquel sofá recién tapizado pasó de su versión americana a un naranja oscuro, discreto y aburrido, que después de unos años resucitó a un naranja exuberante; esta vez los cojines combinaban replicadamente con las cuatro paredes de aquella triste sala.

-Siempre sugerí un buen y gran cuadro para entonar la pared-.

Parecíamos un cancer, en cambio al sofá los años le pasaban en vano. La sala triste pero el antiguo sillón siempre contundente en hacer la diferencia para guardarme la nostalgia.

Muchas cosas en la vida requieren de un gran compromiso, pero a nadie le gusta poner notitas en la puerta del refrigerador, para acostumbrar a la memoria y no olvidar cuáles son.

Y en la sala no hay regrigerador. No estaría descabellada la idea de poner el refri junto al sofá.

El cancer los venció. El sofá impertinente. Ella más sola y callada, miraba los tres cuadros medianos que se imponían a entonar la pared.

2 comentarios:

  1. Qué bien, Sole. Cada vez me sorprendés más. Vieras que el diario El País de España está dando la oportunidad al público de todo el mundo para enviar obras o muestras de obras artísticas con la intención de seleccionar algunas para sr publicadas en su sección cultural. Te recomendaría que enviaras algo, uno nunca sabe.

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  2. Muy interesante, evoca la imaginación del lugar y del sofá.creo que eso es lo más importante cuando escribimos. Transmite los sentimientos de quienes viven en la casa

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